Virus Vida





 5.


Estoy lavando los platos. 

Es un revuelo el ritmo de la casa cuando emprendo esa tarea. Ya saben: me muevo. Y a vestirse y a juntar sus cosas, a prepararse para la escuela o el zoom (qué época tan rara).

A Isa le gusta vestirse con calma, busca su outfit, así lo llama, bueno, quizás se lo contagié. Mientras lavo, vienen a mí unos pensamientos optimistas, como de espumas que dejan brillo: todavía podemos contagiarnos algo más que virus. Burroughs llamaba virus al lenguaje. Pero las palabras contagiadas transportan amor, es como sentir tu olor, pancito caliente, perfumito de piel, ese shampoo que usás tu frase, tu tono. 

Sigo lavando los platos. Isa aparece de pronto, tiene ese movimiento vertiginoso del dibujito animado:

-Ma, hablemos de la vida.

-... sí...

Se apoya en la mesa y ay se agarra un ojo. Corre al baño, ¡tengo un pelo en el ojo! 

Regresa con otro paso, muy lenta, casi arrastrando los pies: 

-Parece que la vida no quiere que hablemos de ella.



km. 2021 

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