Dedicatorias #83. Mil y una noches

Empieza la música, me electrizo. Estoy sola y me gusta. Estoy sola como todos, no importa la familia, los amigos, los pretendientes. Estoy sola y me gusta. Esto que soy con su bola de desperfectos me gusta. No me arrepiento de nada: cada error hasta sumergirme en el infierno, cada noche sin dormir, cada vez que me desgarré, cada vez que pensé que escribir no tenía sentido. Cada beso dado y recibido, la vez que me miraste y no lo podías creer, agua en tu boca, resplandor en tus ojos, cuando descubriste que me amabas y me lo dijiste y no te creí y después sí, y después fui yo la descubierta, la expuesta, la que se derretía de amor y no podía parar de decir Te amo. La vez que me tiré en el sillón y te encontré, una tarde incrédula, todavía hacía el calor, el verano no se iba. Nos tocamos juntos y separados, nos tocamos con la desesperación de los separados, con el deseo crecido en cada parte como globos de colores que te elevan. En el cielo estallamos y no caemos. Es un descender lento co...