siempre es había una vez

Y todos lo que estaban en ella [en la iglesia] se quedaron mirando los zapatos rojos de Karen y todas las pinturas hicieron lo mismo y cuando Karen se arrodilló ante el altar y colocó el cáliz de oro ante su boca, sólo pensaba en los zapatos rojos, como si estuviesen nadando en el cáliz ante ella; y olvidó cantar su himno, olvidó decir su padrenuestro. "Los zapatos rojos" , Hans Christian Andersen.
Había una vez un castillo gótico, extravagante, sublime ar tís ti co. Llegué por casualidad, distraída caminando hacia otro lado cantando con una canasta y cuando lo vi no pude dejar de mirarlo no pude dejar de ir de oír susurro soga serpiente como una lengua prodigiosa tiraba y tiraba y tiraba desde el interior me volvía un vacío un pozo una boca desdentada partida al medio había que llenar la gran construcción absorbente y lujuriosa ¡no tenía corazón! (rima, rima de nuevo llega sola canta...