diario de internación 1: la salida

Sábado 24 de junio de 2017 (y días subsiguientes que no voy a fechar porque no importan, hay cortes pero no son por días, son flujos de letras interrumpidos por el alimento, el sueño, la necesaria conexión con un entorno humano) Escribir: a ver si puedo. Contar. Decir algo que valga la pena. Una escritura registro de lo que se ve y de lo que no. Una escritura cuerpo, hay otra posibilidad? No. Que valga la pena no. Que valga la vida no. El tiempo arremete aunque no lo dejes. No quiero verlo como enemigo, eso es sólo consecuencia de un pensamiento racional. Si la escritura es cuerpo, no es sólo el mío, que está de muestra acá, está de paso. Hay una línea invisible que me enlaza a otros nombres, a otros cuerpos, a una sucesión de vientres, lugares, historias, comidas, olores. Acentos, como el de mi apellido, paradójicamente agudo en italiano. Un acento, un tono enfatizado, puede alterar todo, y es una partícula mínima. La presión indicada. Escribir: a ver si puedo. ...