Dedicatorias 11-15
11. ¿Qué pasa que no puedo devolverte el libro? Ando con él, lo cargo, lo guardo, lo acaricio. Sí, lo tocaste y respiraste sus hojas, estuvo pegado a tus manos, y yo no. Yo no. (parece que existiera al otro lado de la tierra, que fueran mundos paralelos, un agujero impertinente se abre y nos asomamos a la ventana, respiramos al mismo tiempo y nos reímos, respirando de nuevo, incrédulos) No puedo más. No puedo con esta dedicatoria. No puedo devolverme (volverme a un lugar que ya conozco y está bien, no puedo volver porque soy siempre de viaje, en tránsito, no sé ser fija me desdoblo-desarticulo-desarmo, no puedo desamarme más, desconocerme, cómo evitarme). Ahora no tengo la fuerza para dejarte ir, ignorarte como habría hecho, suelo hacer. No puedo dejarme morir irme ya ya escribir dedicar una firma antes de que no pueda otra vez más. 12. No voy a hacer nada al respecto, ya hice demasiado. No voy a tocarte: quizás te deshagas como un castill...