te acostarías conmigo?
Let´s waste time
chasing cars
around our heads
Snow Patrol
|
¿Te acostarías conmigo en el medio de la calle como si
fuéramos invisibles y los autos nos pasaran bólidos por encima sin herirnos,
sólo asustándonos un poco?
Mientras:::: nos abrazamos, giramos, nos abrazamos más, nos
sentimos.
¿Te acostarías conmigo para sentir el frío del pavimento
reventándonos la espalda y el vientre que estalla de risa aguijona en confetis
transparentes, suaves como copos de nieve?
¿Te acostarías conmigo sobre ese piso duro que todos caminan
apurados, trajinados, distraídos, y nosotros una burbuja cuerpo que se embarga
de sensación, un globo aerostático, amarillo, naranja azul que se eleva lento, seguro,
haciendo chiquito lo gigante, lo doloroso, la inexpugnable muerte de ser un
nombre y apellido todos los días?
Mientras::::: nos olvidamos de quién sos, quién soy, tu
familia y la mía, tus hijos los míos, toda la sangre queda en este charco constelado
que componemos con la condensación de nuestro respirar, hasta que lluevan gotas
de vapor ahumadas que cocina la capa de aliento que nos envuelve.
¿Te acostarías conmigo en el medio de la 9 de julio a
rozarnos –sólo apenas, sólo toques eléctricos, sólo pelitos erizados– mirando
el cielo que esa noche va a estar estrellado y puro aunque no podamos ver
estrellas pero nuestros ojos proyectan fuegos artificiales que se dispersan en
el aire y nos aureolan olímpicos, planetas nuevos que explotan volcánicos y se
inscriben en lo negro, parpadeando?
¿Te acostarías conmigo por pavear, por jugar un rato, por la
no charla o la conversación del silencio, por los ruidos y la alegría, porque lo
dicho ya no tiene ningún valor, palabras no lingüísticas son partes de mí, de
vos, que intercambiamos como muñequitos desarmables y te doy un brazo, tomá una
mano, agarrá este labio, dame ese ojo, tomá mis pestañas, usálas así, cepillito
que recorre tu cachete y te cosquillea?
Dale.
¿Te acostarías conmigo en el suelo más impensado por ver
sólo cómo se ve todo desde ahí, por fundar un refugio insondable y pequeño, el
interior de un nido hecho de piel que fuimos despegando con placer,
pensamientos como flores indescifrables, colores tantos que nos bordan
troquelados de figuritas difíciles, sí, ésas que nos faltaban cuando de chicos
añorábamos el álbum completo que nunca tuvimos?
Mientras:::::::: la vida es otra cosa, distinta de lo que
todos proclaman con amargura en la boca. La mía está llena de chocolates,
dibujos y letras que no se acaban y no me dejan mentir porque lo tierno asoma
siempre para vos y lejos, en otro mundo, en otra galaxia, quedó la ironía ácida
que suele carcomer agazapada, atrevida, mis huesos. Tus dientes se exhiben
desnudos y resplandecientes para mí, no hay beso, es la sonrisa más larga de la
historia, la que te hace doler de placer la mandíbula, la que cuando se
desvanece recordás todavía sonriendo, con un músculo que desea, abierto, ese
momento que en la fotografía de la mirada será infinito, lumínico.
Dale, vamos a hacer todo de nuevo como si la civilización
nunca hubiera pasado, pisado nuestras cabezas en flor, nuestros brazos de
panteras cazadoras. Dale!
(No sé cómo
decirte esto, nada tiene un sentido sino un millón y hay tanto en mi pecho que
si mirás bien está abierto como un libro de arena completo pero nadie entiende,
ni yo, porque lo abrís y emerge un jardín de plantas creciendo tan rápido que
las ves elevarse, tocar el cielo y morir y volver a nacer, nuevo perfume a cada
instante, un matiz diferente que se contagia de otra tonalidad, nacarado al
fin, caracol de viento marino en los oídos::::::: No sé cómo decir, decirte,
decirlo::::::: no sé, casi no puedo hablar, por eso escribo.)
Si me quedo
acá, tirada, sumergida en la tierra frutosa y huesuda de este barro Abasto, Buenos
Aires, ¿podrás encontrarme?
¿Podrás
venir hasta mí?
No estoy en
una cama, jamás podré dormir sobre un colchón otra vez, necesito esta ciudad y
tu presencia, este abrazarnos despacio con la punta de los dedos, no te toco,
te abrazo completo hasta el fondo sin pesar, sin miedo, ruedo con vos y somos
autopista, somos bola de fuego que ilumina la noche desde abajo y se compara
con la luna, le saca la lengua y juega carreras hasta Japón.
¿Te acostarías conmigo después de esta proposición
surrealista que no pretendo entender, vos,
no sé cómo llamarte, vos, no tengo
otra forma, tu apelativo oficial no sirve, sólo tus ojos cuando me ven y el hoyuelo
de un lado en tu mejilla que se prende a mi tacto, alquimia qué hacés, cómo
volver a ese segundo otra vez, ya pasó, no quiero, no quiero otra versión,
quiero la que supimos cuando no éramos racionales, sólo enredaderas de manos
que se amarraban entre sí y poblaban un muro enamorado?
Vamos, de una vez, no podés dudar porque eso es razón y lo
único que quiero es que sientas y vayas donde hay mar, espuma, arremolinándose
en la venas de tu cuerpo, quiero que vayas donde tus pies sintonicen un ritmo y
seas una ola de seda que sólo sabe vibrar. Conmigo.
Vamos, vibremos juntos.
¿Te acostarías conmigo en la intemperie de esta terraza
infantil donde te esperé tanto sin conocer tu cara, tu cuerpo, tu rima?
¿Te
acostarías a pasar el día sin hacer nada, respirando por cada poro, por cada
pelo, absorbiendo las baldosas, lo que hay debajo, esa tierra que solemos
desechar y es nuestro útero, el jardín donde podemos reanimar el deseo, la
imaginación del piano acelerado, el violín violeta que se desparrama como una
supernova velocísima y nos ampara de música?
Música:::::::: En plena calle, apagando cada ruido de esta
cabeza de Goliath, conjugando la sinfonía fantástica de crear un nosotros.
Música:::::::::::::::::
Música:::::::::::::::::::::::::::::::::::: la canción, el cuadro, el poema:::::::::::::::::::::::::
tu voz en la mía superpuesta, acompasándose
km. 2013
Comentarios