una serie de vacas
¿Qué hacemos con la marea interna, con el complejo alfonsina y
el método plath?
¿Qué hacemos con la casa, los hijos, el esposo?
¿Qué hacemos con ese conjunto –pasado de moda– llamado
identidad?
¿Qué hacemos con las cosas parar tirar que acumulamos en los
rincones?
¿Qué hacemos con la caca, la suciedad en la alfombra y la
mancha de humedad –se expande, se expande, se transforma en pared–?
¿Qué hacemos con esas historias esa gente que –dicen– se fue y
nunca volvió?
Esa gente son personas, cada uno un cuerpo, una cabeza, un
corazón. Cada uno dos ojos que te miraron alguna vez, miles de veces cotidiana,
y una vez, por lo menos, una conexión hubo, un rayo de tus ojos en los míos, una
conexión hubo, relámpago que agua las pestañas, conexión hubo, acelere de
latidos que rompen el tórax, que parten el cuerpo al medio, hubo, sí, hubo, sé
que sí, hubo, algo hubo, sí, ¿conexión? ¿Hola?
¿Hola?
¿A dónde se fue esa gente?
¿A Estados Unidos, España, Japón?
¿A Usuahia, San Martín de los Andes, Bariloche?
¿Acá la vuelta, voy y vengo, pruebo y vuelvo? ¿A comprar
cigarrillos?
¿Hay un lugar para comprarlos que es agujero negro, el país de
las maravillas, la tierra del nunca jamás?
¿La clave está en los cigarrillos? ¿En conseguirlos, en
fumarlos, en generar una cortina de humo donde se desaparece sin más?
¿No me doy cuenta de que yo también caí por ese agujero, me
arrojé al inodoro, me fui por el caño, derrapé, mordí el pasto, perdí el
camino, vivo en otra dimensión, soy otra?
¿Soy otra?
¿Cuál?
¿Cuál es esa línea al lado de mis labios, una nueva línea
marca vieja, la expresión arrugada de mi sonrisa, la edad hecha surco que hay que
tapar? ¿Esa liñita soy? ¿Ese ahondar?
¿Es ahondar o ahogar?
¿Es morir?
¿Qué es ser otra, una muerta o una alicia que se hunde, que se
cae siguiendo a un conejo con reloj?
¿A eso vamos?
¿A perseguir un animal cronológico?
Pero Alicia era preadolescente, no sabía del amor, ni de ella
misma. Caer no era caer para ella.
Era levantarse y aprender.
Levantarse y andar (como un reloj, anda, anda, no para, anda
hasta que muere su cuerda, pierde su juicio, su ser).
Caer, golpearse y aprender.
Lady Lazarus se murió. Todos los lázaros murieron después de
resucitados, ¿o los ves por acá, entre nosotros? (hay quien ve gente muerta).
Entre nosotros, ¿nos vemos?
¿Existe la posibilidad de que seamos renacidos, reciclados,
readaptados, removidos, resarcidos, repuestos? ¿Re-puestos?
En funcionamiento.
¿Dónde? ¿Acá? ¿Esto que se dice mundo? (corporación, oficina,
casa) (hospital-cementerio) (cielo-infierno) (película de zombies clase h 3d)
Mientras tanto vos, ¿qué hacés? –de todo, siempre hago de todo, hay que estar
al tanto, actualizado, trabajar, estudiar, comer bien, hacer ejercicio,
disfrutar, saber disfrutar, tener hijos y vida social, hacer el amor, hay que
estar al tanto, actualizar, refresh, mi estado, qué pasa, tener conexiones,
saber decir, estar al tanto, actualidad, frescura, originalidad, saber
combinar, refresh, caminar, ingerir vegetales, dormir, ir de cuerpo con
regularidad, lavarse los dientes, evitar el frizz en el pelo, estudiar idiomas,
viajar, saber disfrutar, desconectar, conectar, que el teléfono sea
inteligente, más que vos, que te supere la situación, que el dinero no sea el
objetivo, hay que tenerlo, menear la cabeza de un lado a otro varias veces en
el día, ironizar, hablar con tonos, ser interesante, estudiar, ser espiritual,
no saber, saber, hacer cursos, conocer gente, mi agenda es imposible, quién
tiene tiempo, no pude, no llegué, no hice pero...
¿Aprendés?
¿Y qué hacemos con la lección aprendida?
¿La guardo, la archivo, la pierdo?
¿Cómo se usa esa porción de vida?
¿Cómo te impregnás de nuevo con dolor cuando te chocaste dos
millones de veces (y contando) con la misma piedra?
¿El que se quemó con leche (¿hervida?) ve una vaca y llora?
Yo veo una vaca y me da pena
tengo ganas de acariciarla, de rescatarla
de infundir ingenio en sus ojos muertos.
Tengo ganas de que sea un caballo
y trato de montarme, llevarla lejos
donde no la puedan encontrar y salvarle la cabeza
la estaca en la cabeza
una cruz en el cuerpo destripado
dos cruces en los ojos desguazados.
Veo una vaca y nunca es blanca con manchitas negras
(Cristo fue una vaca estaqueada)
Veo una vaca, es inmóvil, como de yeso, las moscas revoloteando
y la bosta alrededor, tan olorosa!
¿Qué hacemos entonces con la vaca? ¿Lloramos? ¿La metemos debajo
de la alfombra? ¿La hacemos desaparecer?
¿Qué es la vaca?
¿Y ese olor, recursivo y recurrente? Ese olor no se va, no se
va más, el olor queda, persiste, se dice como cicatriz en el olfato que te
estremece el cuerpo por completo.
Es el dolor del salvaje que pide carne, carne que no sea
propia porque no se puede comer pero sí la vaca, puedo comer carne de vaca,
pido carne, sangre, pido algo vivo para matar, engullir un animal vivo, rojo?
¿Después qué?
Llena, harta, mirar los huesos roídos, tirarlos al perro,
deshacernos de la evidencia.
La basura (reciclar como nos reciclaron, pasarle el esqueleto
roto al organismo tierra que lo arme como un rosario, que lo vuelva a
engendrar).
¿Qué hacemos con el desperdicio? ¿lo que no comemos y no se transforma en
cuero, en billetera, en zapatos?
¿Qué hacemos con la muerte a propósito y sus múltiples
despropósitos?
¿Qué hacemos con estallar los miembros y verlos volar como
pedazos inertes? ¿Qué hacemos con matarnos cada día de mil y una formas
distintas, ordinarias, sutiles?
¿Qué hacemos con ignorarnos como vacas en el matadero?
¿Qué hacemos con la lengua como cuchillo y destornillador?
¿Qué hacemos –te pregunto– con esta cabeza de vaca que no se
puede salvar?
¿Qué hacemos con este torrente de palabras que acechan, que
atacan, que van comiendo las horas que necesito para seguir, para dormir, para
tener ojos y no arrugarme?
¿Qué hacemos con tantos libros metidos quemando el cerebro?
¿Qué hacemos con tanta vida, tanto amor, tanta información?
(para qué)
¿Qué hacemos, cuerpo querido, con tanta cabeza? ¿con tantos
ojos?
¿Qué hago para no ver más allá, y luego,
ver más allá cuando
la marea sube
arrasa la ciudad
el campo
ahoga
y sólo sale la cabeza gigante goliath
respira
se hunde
entera me hundo
quiero dejarme
morir
(buenos aires echada a perder sobre el río de la plata).
¿Qué hago ahora cuando no alcanza
y nunca
nunca alcanzará
todo, nada?
¿Qué hacemos, vos y yo, cuando nos miramos como vacas?
¿Qué hacemos si soy una vaca
más?
Comer una vaca, nuestro bendito asado de todos los domingos,
hasta el hartazgo, hasta ser una bola rosada y grasosa que ni siquiera puede
rodar, se frena, se estaca, sin forma derrochada en partes caídas, hasta no
poder
moverte, hasta no poder mover ni un dedo, hasta no poder
más.
Amén.
k.m. 2011, inédito.
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