El color que no puedo decir
En la vereda de otoño, en la caída de la tarde
mayo, el de la luz iridiscente
mayo, el de las nubes que incandescen
mayo sobre baldosas rotas exhibe
el charco de flores esparcidas
un palo borracho ha derramado
pétalos cremosos por doquier
suaves, jugosos como la delicia
de tus labios encendidos
y en el borde
de la flor avanza potente un ribete
el color que no puedo nombrar
ese que parece
puro artificio nuestro
rubor inconmensurable en el borde
en la comisura
de tus labios que se abren
me reciben
esa textura de terciopelo, cereza
pendientes de reina embebida
en el quiebre del suelo que de pronto
maravilla
no me alcanzan los ojos
para la explosión inesperada
flores ebrias bailando
un viento nos levanta
y es remolino de monarcas
desastre de rubíes que lamen
última luz del atardecer
púrpura, coral, luz que es líquida
un cielo que chorrea mientras te espero
te espero
en el levitar perlado
que se vuelve azul marino
porque las flores de este color
que no puedo decir
se abren de noche, perfuman,
y escriben cartas de amor en el aire.
km. 2017 #minutocolor #esplendor
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