Entradas

Mostrando las entradas de diciembre 18, 2016

A upa navideño

Imagen
Nos levantamos. Yo parecía emerger del sueño de los cien años, no sé si por qué ayer estuve con García Márquez y su soledad, o qué. Llevé ese enorme libro para todos lados, se ajustó tan bien a mi bolsita extra cartera (llena de libretas, lapiceras, cosméticos, alcoholitos en gel de distintos gustos y más libros de menor tamaño). Camino con dolor muscular en lugares que descubro porque se hacen sentir, nada estridente, solo ese sentido agazapado, acechante, que no sabés en qué se va a convertir. Primer hecho extraordinario de este 24 de diciembre: Isabella está barriendo. Cuando finalmente llego a la cocina (y mi departamento es muy chico), ya terminó de barrer y la veo ordenar diligentemente como una señora grande, presta, seria, enfocada en su labor. Se ató el pelo en una colita mínima para que no le molestara con mucha destreza. Me mira y pregunta: Mamá podemos dejar galletas para Santa? Para Santa? Repito, porque es lo único que puedo hacer, luego de ver a la más pequeña de la casa

Hay una hora

Imagen
A la tarde hay una hora cuando el sol está todavía alto y en los pueblos de casitas duermen la siesta hay una hora en esta ciudad que alardea de cultura y se hace la intelectual hay una hora cuando el tráfico no para pero parece andar a tientas, disimulándose hora de sol alto y contundente, ruidos morigerados, personas caminando morosas a la sombra, haciendo la digestión como vacas dispersas hay una hora en la que canta un pájaro sí, en el corazón acelerado de esta urbe imparable canta sin cesar un pájaro uno solo siempre a la misma distancia de nuestros cuerpos a esa hora con el cantar del pájaro solitario escondido   en qué recóndito lugar de esta capital vos y yo nos besamos tanto nos besamos que no nos alcanzan los labios tanto tanto tanto que el cuerpo es la boca entera tanto que nos volvemos de agua y fluimos  en una catarata de caricias y murmullos y decimos Qué Qué dijiste Nada Sí, nada porque no hay palabras cuando nadamos en esas telas vueltas líquidos de colores ámbar y anar