Trama




Entonces surge así
tus palabras quedan dando vueltas
como si hicieran una ronda y en el medio 
está mi cuerpo que intenta moverse en línea recta
eso no es posible
alrededor las palabras juegan y giran
giran y se esconden cuando las quiero mirar
de frente
entonces desaparecen, como vos
será un problema de lo etéreo?
Porque es real no cabe duda
pero cuando quiero encarar
lo que veía nítidamente de reojo
no está.
Entonces dudo, empieza la trampa
aquello que leí lo viví?
aquello que viví lo soñé?
aquello que dije se desvaneció?
Fijate vos que la trampa sólo aparece porque la P se mete, fijate vos que no sabemos cómo evitarla, la trama está y luego es trampa, volvemos a leer y la trama se ha vuelto
trampa.
Entonces ese recuerdo que atesoro como una manta de la infancia por donde puedo
aún
pasar mis manos
ese recuerdo hecho de pelitos mínimos y de suavidades inconmensurables
lo inventé?
A veces creo que mi madre no me parió de verdad
Creo que se dijo: Quiero una niña, no, no, no, dijo Quiero un bebé, ahí fue su primer error, no, error no, digamos:
imprecisión.
Vino una niña. Tenía rulos. Muchos. Rubios y dorados. Pero mi madre había dicho
Rubia, no rulos.
Tuvo que alisarme el pelo con una media.
No aclaró tampoco el color de ojos.
Mi abuela se rió, porque me salieron más parecidos a los de ella: amarillos si estoy feliz,
grises cuando no sé,
verdosos si extraño,
turbios, móviles,
cuando lloro o tengo tristeza. 
Mi madre tuvo que inventarme. 
Le salí alta y ella quería más delgada, pero no aclaró.
Mi otra abuela se río. Heredé curvas, y mi madre me dijo cómo disimular. Me vistió aunque yo no quería. Anduve disfrazada mucho tiempo. 
No sé por qué te cuento esto.
¿Qué tiene que ver? No me preguntaste nada en relación a esta historia. Hablamos de sentidos.
¿Quién sabe lo que escribe?
Tus palabras hacen ronda y dan vueltas y vueltas como una calesita. Dan vueltas y me miran, se dicen así mismas, abren los ojos, me provoca mirarlas.
Quiero romper ese círculo y unirme a ellas.
En toda esta invención del nacimiento aprendí mucho, y me dolió también.
Fui editada sin cesar. 
Las palabras se hicieron mis amigas. Eso lo sé. En la boca me aparecen sonidos como seres. Los despido con amor, también me desgarra que se vayan, una y otra vez quedo sola.
Igual me acostumbré, sonrío.
Puedo llamarlos por su nombre. Ese es mi poder. Aunque no suceda nada.
Es un poder pequeño y secreto, pero me mantiene viva, un poco como el corazón.
(no sé lo digas a nadie)

km. 2016

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