Dedicatorias #64. Bomba

                                          

Tu última carta, tan hermosa. A veces no sé qué hacer. No sé qué pensar o sentir. Nuevamente, no sé nada, y es claro que no se trata de eso, de ningún tipo de conocimiento. Pero sentir va en contra de lo que está organizado de alguna forma. Sentir no entra en un cuerpo domesticado. Sentir parece que rompiera las vendas con las que andamos cada día, Lázaros enceguecidos, llagados, paralíticos. Sentir hace que mi piel resplandezca como si desprendiera pequeñísimas estrellas, como si de pronto me bañara en oro o diamantes cuando lo que pasa es que simplemente me dejo sentir, me sumerjo en las aguas de la sensación. Me estremecen, soy un pez dorado sin voluntad propia, deseante del flotar, permanezco acunada. Mecida, siento sentirte. Bomba destructora, la cabeza me hace ruido todo el tiempo, tick tack tick tack me manda mensajes tick tack tick tack   Warning!   Danger!  Calaveras venenosas, símbolos de trampas abiertas que voy a tick tack pisar, campos minados donde mis miembros se dispersarán tick tack amputados, sí, los verás volar en pedazos tick tack película de terror, los veré cámara subjetiva con chorros de sangre tick tack litros inacabables tick tack peor, veré a mis seres amados volar por los aires, doler, gritar, desgarrarse tick tack morir morir morir todo por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, confieso, sí, que he pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión. He pecado en cada parte, en cada sección, nada me falta en el pecar. Y he sentido mucho, cómo hacer para no sentir más? tick tack cabeza corazón tick tack cabeza corazón tick tack cabeza corazón tick tack levantarme, como sea, a la mañana, escribirte, no llamarte más que en mí, dedicarme a estas dedicatorias, frenar al corazón, paro al corazón, qué paradoja, cómo seguir así, cómo, con el corazón en paro, con la cicatriz que lo inunda y lo deja de hielo, violeta oscuro, cómo me vuelvo a levantar tick tack con tanto frío, sin vos. 

 km. 2015