Dedicatorias #61. En picada



El corazón es una pelota de esas que rebotan imparables. Transparente, de goma, cada repique es un golpe con la piedra de lo real. Mientras está en el aire, el corazón es feliz como una pluma de pájaro: olvida sus bordes, cree que el cielo y él son uno, que vivirá así, suspendido en la emoción de flotar. Cae y duele. Cae y duele. Cae.

Cómo duele. 

km. 2015

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