Dedicatorias #23. Armar barcos
23.
Te dedico este sopor extasiado,
mis músculos endurecidos por la batalla, la tensión desaparecida del pecho; la
alegría de compartir horas que duran semanas, porque cultivamos un incendio de
sudor, un apagón de agua y aire. El abrazo continuo, completo, cuerpo total
enganchado, descubriéndose. Reclamo para mí tus manos que acotan sin parar, que
acarician y agarran, que saben cómo llevarme en olas, sacudirme el alma
escondida, marítima, que curiosa espía la respiración de tu movimiento. Me das mar
que se desparrama alrededor, viento que a mí se me acaba, exclamaciones de
islas nuevas que se conjugan con las mías, no puedo más, sólo onomatopeyas, no
puedo más este idioma en línea recta no me alcanza, es un plano y yo siento
abismo, siento luz redonda. Sentirse, irse al nosotros, al pasto de la lengua,
irnos, tenernos, abrirnos con ternura extasiada, los ojos túneles acelerados,
los huecos con flores de piel, pétalos, caracoles, estrellas fluidas, saliva de
frutas tropicales, asemilladas. Del mar a la tierra nadamos, tocamos y nos
sumergimos de nuevo, desnudos de nudos, sueltos, amarrados al sentir que amor
es romper yo, juntar los pedazos, armar barcos, navegar nubes.
km. 2014
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