en qué me convertiré?

(la cuestión de ka)

 


¿En qué me convertiré? ¿En qué? ¿En qué?
Repito el comienzo, la acentuación, es necesaria. El futuro perfecto, es necesario.
¿Hay énfasis?
Todo parece armado pero yo no lo sé (es culpable aunque desconozca la ley).
Al final, cuando todo pasó, ahí sí sé. Entonces antes no sé si fue verdad lo que presentí, o mi cerebro dibuja círculos para que no sólo el mundo sea redondo sino también el universo: Infinito, Carl Sagan, Cosmos, los Grandes que contienen el Nombre Secreto (me daba miedo ese programa, como si fuera de terror) ¥







Diario de la Transformación, Buenos Aires, Viajera Editorial, 2011. 



¥Gracias a ka del pasado que me dejó abierta esta nota al pie para que yo, 20 años después, completara la entrada. No soy la que fui, sólo puedo suponer. Lo de Sagan y Cosmos hoy lo sacaría, pero entiendo qué parte chiquita quise (te voy a respetar a pesar de tu falta de tacto y tu extremada dejadez). Me sentaba en la cama grande al lado de papá y mirábamos juntos el programa. Yo pensaba que papá era sabio, igual que Carl Sagan. Papá sabía todo en ese momento: por qué las cosas pasaban, por qué cuándo algo caía lo hacía de tal o cual forma. Era buenísimo tener a papá, le preguntaba cualquier cosa, y él respondía. Física, Química, Filosofía, Matemática, era un libro-familia. Yo era muy pequeña, absurda.

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